Entrevista a Don Hugo Carrasco

Hugo Carrasco V. de 68 años militaba en el PS (Partido Socialista). Es de la comuna de Los Álamos y fue fiel admirador y compañero de Allende, tenía la certeza y la esperanza que vendrían tiempos mejores con su gobierno y que habría para el pueblo chileno más justicia y libertad, una verdadera democracia. La gente con Allende era feliz porque vivían con esa esperanza. Se vivía la cultura en su máximo esplendor, había libros en cada quiosco y eran baratas. Venían jóvenes comunistas y socialistas a ayudar a la gente, universitarios del quinto año de su carrera de medicina venían a atender gratis a la gente.

La dictadura, dice Carrasco, nos bajó todas las esperanzas. Fue un hecho que no se esperaba con la magnitud en la que se fue desarrollando. “Fue una pena muy grande y creo que me moriré con esa pena”. A continuación, Hugo carrasco nos relata sus diversas anécdotas que vivió durante la dictadura. Confirmando muchas de las cosas que han sido reveladas después del término del régimen militar.  

Don Hugo participó con las monjas de su pueblo durante seis años, fue un trabajo arduo en donde conoció muchos pueblos y fue creando un lazo de amistad fuerte con las hermanas. En uno de sus viajes luegos de pasar por varias ciudades buscando y recolectando alimentos para las personas pobres, llegó a su ciudad y le aconteció lo siguiente: 

La censura fue el principal instrumento para eliminar todo pensamiento marxista o que se vaya en contra del que imponía el régimen militar. Diarios, revistas y radios con tendencia de izquierdas fueron suprimidos. La información que se daba en los medios de comunicación estaba restringida por los militares y ocultaban todo lo que estaba sucediendo. Hugo nos cuenta cómo se informaba de lo que realmente estaba pasando en el país. 

La unidad era lo que más se necesitaba para derrocar la dictadura y eso nunca se perdió entre los comapañeros, diversas actividades realizaron en forma clandestina y en muchas ocasiones poniendo en riesgo su vida. El uno de mayo, día que no podían dejar de reunirse para festejar. Hugo nos relata dos de esos eventos en los cuales a pesar de haber estado en riesgo nos sacará unas carcajadas: